23.5.07

Aniràs a votar?


El Col·lectiu Llibertari de Sant Boi ha confeccionat una papereta electoral especial per si aquest diumenge aneu a votar. Tot i això, em permeto la llicència d'enganxar-vos una sèrie de preceptes perquè acabeu de reflexionar abans de decidir-vos a entrar en el joc.

Llegan las elecciones y todos los políticos se vuelven, de repente, humildes, democráticos y activos. Pero luego una vez que les damos el voto y con él, el poder para seguir engañándonos otros cuatro años, se quitan la máscara y se ponen de nuevo al servicio de los intereses económicos y especulativos y nos engañan y mienten cuando:
• Hablan de defender los intereses de la población pero hacen planes urbanísticos y recalifican terrenos cediendo a la presión de las inmobiliarias y los intereses especulativos.
• Hablan de defender los intereses del país pero nos llevan a guerras suicidas para colocar a sus puntales en las cúpulas del FMI y las universidades yanquis y para defender los intereses de las petroleras y demás intereses económicos y especulativos.
• Hablan de democracia pero pasan por encima de la libre expresión del pueblo cuando éste se manifiesta contra sus pretensiones (la guerra de Irak y otras “misiones humanitarias”), cuando se apoyan cierres de empresas y despidos masivos de trabajadores y luego se especula con los terrenos, defendiendo los intereses económicos y especulativos.
• Hablan de planes de vivienda para jóvenes y personas sin techo pero luego los expulsan de las viviendas y locales vacíos y abandonados por la presión de los intereses económicos y especulativos.
• Hablan de justicia pero apoyan y esconden a policías y médicos asesinos y permiten el acoso mafioso de las inmobiliarias a personas mayores sin otro techo donde cobijarse para favorecer los intereses económicos y especulativos.
• Hablan de los derechos de las personas pero unos organizan actos racistas y xenófobos porque quieren personas sin derechos para explotarlas mejor y otros aceptan cediendo ante esos grupos y colaborando entre todos al servicio de los intereses económicos y especulativos.
• Hablan de democracia pero resucitan leyes de la dictadura y las llaman “normas cívicas” para represaliar y acallar a las personas y grupos que no tragan su sistema corrupto e hipócrita.
En definitiva:
• Un sistema que llaman democracia porque se puede votar cada cuatro años y no lo es porque la población no puede ejercer su libre expresión para corregir los desvíos de sus políticos sin que le acusen de incívico.
Por todo eso se demuestra una vez más que, LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA NO SE CONSIGUEN EN LAS URNAS, SINO QUE SE CONQUISTAN EN LA CALLE.


VIVIMOS SECUESTRADOS

Hace unos días, un amigo de Abrera me contaba cómo había sido victima de un secuestro. Al parecer, una vez que había hecho sus compras en el Carrefour de su demarcación, se vio retenido por la guardia civil en el interior del parking del supermercado. Junto a él y a otros clientes del citado establecimiento, se encontraban los trabajadores de la empresa SAS de Abrera, los cuales habían sido reducidos y secuestrados también cuando se dirigían a la factoría de SEAT a exponerle al presidente del gobierno -que se hallaba allí de visita- la situación en la que se encontraban ante el cierre salvaje de su empresa.
Hechos como este y otros similares deben ser, para cualquier ciudadano con un mínimo de conciencia, no sólo motivo de preocupación, sino también de reflexión. Y, así, reflexionando, mientras mi amigo me detallaba lo ocurrido ese viernes uno de marzo, yo me hacia las siguientes preguntas:
¿...en el fondo, no estaremos todos secuestrados...?
¿...no se encuentra secuestrada nuestra vida laboral al tener reducidos a la más mínima expresión los derechos laborales, estar sometidos permanentemente al chantaje de las patronales y las sindicales pactistas que cada día precarizan más y más las condiciones de trabajo...?
¿...no se encuentra secuestrada nuestra vida diaria, a través de las hipotecas, de la agonía del final de mes, y del estado de ansiedad y miedo que se genera desde el poder, desde el Estado, desde la partitocracia y desde sus medios de prensa y comunicación...?
¿...no se encuentra secuestrada nuestra vida civil al tener reducida nuestra libertad y nuestra autonomía individual y colectiva a la más mínima expresión mediante normas y leyes que, abanderándose democráticas, en el fondo y en la práctica son herramientas para el control social, la represión civil y el sostenimiento de los privilegios, y que sirven, además, para allanar el camino hacia la pérdida de más derechos sociales.....?
Pues sí, todos estamos secuestrados, secuestrados en el trabajo, secuestrados en la vida diaria y secuestrados en nuestros municipios.
En nuestro municipio -SANT BOI-, el secuestro civil se produce a imagen y semejanza de Barcelona, a través de “Sant Boi me agrada”, y otros eslóganes semejantes. De esta forma se entra en la dinámica de pretender convertir la ciudad-civil en una ciudad-empresa, donde el consumo y la ley del mercado impere por encima de cualquier valor social y humano. El mercantilismo municipal, representado por quienes nos gobiernan, emplea todos los métodos psicológicos, demagógicos, de manipulación y alienación social para servir al mercado y a los diseñadores del secuestro colectivo. Pero no conformándose nuestros políticos municipales con alienar las mentes de sus vecinos con excrementos tan miserables, dan paso, mediante la tecnología moderna del consenso, a la aplicación de las nuevas ORDENANZAS MUNICIPALES DE “CIVISMO” Y “CONVIVENCIA CIUDADANA”, en cuyos anexos está redactada la política represiva y reaccionaria de siempre. Con maestría manipuladora, mentirosa y engañosa, los “comisarios políticos” de nuestro municipio, indujeron en su día a la ciudadanía de Sant Boi a participar en el debate de estas ordenanzas, pero sólo de forma testimonial y para justificar su hipócrita concepción de la participación ciudadana, pues, en estos debates trataron por todo los medios de eludir y escamotear los anexos antes indicados. Como ocurre siempre en estos casos, la servidumbre voluntaria más afín a la política de turno entra al capote como los mejores novillos, con nobleza y con ceguera.
Este ciclo político municipal se cierra con estas y otras maniobras electoralistas: por ejemplo, con la aprobación del reglamento de “participación ciudadana”, o con la consabida, propagandística e interesada liquidación de los fondos de las arcas municipales, que, invariablemente, ante la posibilidad de que cambien las siglas y las caras de los secuestradores en el poder, se produce cada vez que se avecinan la comedietas electorales.
En el fondo, la historia de la humanidad es la historia de un secuestro. A los que luchan por salir del mismo les llaman hoy ELEMENTOS ANTISISTEMA. A los secuestradores y adictos al sistema, a su servidumbre voluntaria y a sus amos, señores y diseñadores del secuestro, se les llama DEMÓCRATAS. Hay quien llama también así a los otros, a los que ni sienten ni consienten, a los que tienen la mente desquiciada y se guían por la irracionalidad más absoluta, como todos aquellos que, siguiendo las diferentes convocatorias del PP, han desfilado por la capital del Reino, con el cinismo y la poca vergüenza de enarbolar, prostituyéndola, la bandera de la libertad. Son los fascistas de toda la vida, cuyo resurgir es fácilmente comprensible si analizamos la historia mas reciente de este país y comprobamos cómo la supuesta izquierda (PSOE, IU-ICV, ERC...) ha destrozado cualquier tipo de conciencia obrera.
Es imposible salir del secuestro colaborando con los secuestradores y con su sistema.


DEMOCRACIA DIRECTA

No deja de ser curioso, y motivo de preocupación, el hecho de que, en la actualidad, cuando se pregunta a los habitantes de este país sobre los principales problemas, nunca se menciona la falta de democracia. Aparte de lo discutible que puedan ser los métodos utilizados para realizar estas encuestas periódicas, creo que es muy grave que la ciudadanía haya aceptado, sin rechistar, que éste (la democracia representativa o parlamentaria) es el único sistema político posible, “el menos malo”, como suelen decir los mismos políticos.
Porque, ¿realmente podemos hablar de democracia como “gobierno del pueblo”?: un sistema político basado en estructuras jerárquicas (antidemocráticas, por definición) como son los partidos políticos que secuestran durante 4 años nuestro voto para intercambiarlo como cromos, sin ninguna responsabilidad real sobre sus acciones, ignorando a la gran mayoría de la población que no tiene capacidad para hacerse oír por el sistema. A día de hoy, la democracia ha sido reducida a una fachada para encubrir (y proteger) el poder de los grandes capitales. La mayoría de los principales partidos políticos tienen el mismo programa que viene predeterminado por los bancos y los especuladores financieros, las empresas y las instituciones globales (FMI, OMC, Banco Mundial,...)
Queda claro que la democracia parlamentaria ya no representa al pueblo ni a sus intereses. Hay que deshacerse de ella, substituyéndola por la Democracia Directa (DD): sistema político en el cuál el pueblo ejerce su poder de forma clara, sin representantes y mediante mecanismos de decisión directos.
Ya en el siglo XVIII, Jean Jacques Rousseau la defendía. Uno de sus argumentos en su obra Contrato Social es: "La soberanía no puede ser representada por la misma razón de ser inalienable; consiste esencialmente en la voluntad general, y a la voluntad no se la representa: o es una o es otra. Los diputados del pueblo no son ni pueden ser representantes; son únicamente sus comisarios y no pueden resolver nada en definitiva. Toda ley que el pueblo en persona no ratifica es nula; vale decir, no es una ley. El pueblo inglés piensa que es libre y se engaña; lo es sólo mediante la elección de los miembros del Parlamento; tan pronto como éstos son elegidos cae en su condición de esclavo, no es nada. El uso que hace de su libertad en los cortos momentos que la disfruta es tal, que bien merece perderla."

¿Es un sistema posible? Actualmente, existen ejemplos de prácticas de DD en países como Suiza, Estados Unidos, Italia, Uruguay, Alemania, ... En estos estados, mediante la recogida de firmas en un plazo determinado (financiada por el gobierno, en Alemania, por ejemplo) los ciudadanos tienen la posibilidad, a través de un referéndum, de:
- Proponer nuevas leyes (incluidas reformas constitucionales), sin necesidad de tramitarlas en los parlamentos nacionales o regionales.
- Modificar leyes aprobadas por estos parlamentos.
- Revocación de cargos electos.
Compárese con la situación en España: los ciudadanos únicamente pueden introducir proposiciones de ley en el Congreso, avaladas por 500.000 firmas (65.000 en Catalunya) recogidas en un período de 6 meses. Siempre y cuando no se trate de modificaciones de leyes orgánicas ni asuntos de carácter internacional. Y en las pocas ocasiones que han podido cumplirse estos requisitos, finalmente, ni se ha discutido en el Congreso español, o se ha aprobado una ley totalmente en contra a la iniciativa popular (Ley de Incineración de residuos en el Parlament de Catalunya)
Y a un nivel más cercano, en los ayuntamientos, tenemos el caso tan famoso y paradigmático de Porto Alegre (Brasil), donde, desde 1989, los presupuestos municipales se definen a partir de la asamblea de ciudadanos, que, además, puede fiscalizar el correcto uso del dinero público.
Un argumento clásico contra la DD se basa en que “los temas sobre los que tienen que discernir los gobernantes son demasiado complejos para ser entendidos por todos los ciudadanos”. Si suponemos que esto es cierto, entonces los ciudadanos, al no poder comprenderlos, no pueden saber si la acción realizada por sus representantes les conviene o es la que ellos querrían, lo que significa que no pueden valorar las decisiones tomadas por sus gobernantes. Y puesto que los representantes deberían ser evaluados por sus decisiones, los ciudadanos no tendrían capacidad para valorarlos. Analizándolo así, podemos ver que no se trata de argumento contra la DD sino contra la democracia en sí misma, lo que es muy grave.
Las prácticas de DD en los países anteriormente mencionados, nos permiten enumerar algunas ventajas: evita la desmotivación política; se mantiene la soberanía popular en los períodos entre elecciones; se adecúan las instituciones a la evolución de la sociedad; las leyes aprobadas son más cercanas a las preferencias de los ciudadanos quienes, a su vez, están mejor informados; mejora la gestión pública y el proceso de toma de decisiones; permite el control de los representantes políticos, etc.
Pero, a nosotros no nos bastan las experiencias de DD anteriormente explicadas. Queremos más. Queremos una democracia directa real y total. Queremos desmantelar los mecanismos del poder mientras se ganan espacios cada vez más amplios de autonomía y de gestión participativa.
El modelo de democracia directa (o consensual) anarquista, como la anarquía en su conjunto, representa una visión de la sociedad que se enfoca sobre todo en los micro-niveles de la misma. La preocupación no está en la relación entre el gobierno y los gobernados, sino únicamente entre los gobernados que se deshacen del gobierno. La idea es que la gente se una a los niveles más básicos, independientemente y autónomamente, y en cooperación con otros, tome decisiones en los llamados micro-niveles de la sociedad.
Las decisiones sólo pueden ser tomadas por individuos. Corresponden a sus propias necesidades y no a las de los dirigentes que los controlan o quieren controlarlos. Aún una característica más: se trata una organización descentralizada lo que implica que la toma de resoluciones que tienen que ver con condiciones regionales y comunales la realizan los colectivos básicos de ciudadanos. Esto asegura que las decisiones sean controladas y accesibles todo el tiempo por los individuos. Las resoluciones pueden ser cambiadas si las necesidades de los individuos cambian; son revocables en todo momento.
Todo este proceso está basado en el principio del consenso de la asamblea, porque la DD anarquista no está ligada al concepto de gobierno de la mayoría. Por lo tanto, las personas afectadas tienen el derecho de ser consultadas en las decisiones. Y no sólo eso, todas las personas que son desfavorecidas por una decisión, tendrían derecho de veto en este proceso de toma de decisiones. Esto, les permite anular la decisión de manera que una discusión pueda comenzar de nuevo. Así, las minorías tendrían mayor peso en el proceso de toma de decisiones, y la posibilidad de prevenir desventajas.
Tres elementos básicos proveen una representación básica sobre como funciona el principio de consenso: hay una reunión de las personas afectadas por las consecuencias de una decisión. Es posible reaccionar a ella ya sea rechazándola a través del veto o aceptándola. Lo segundo significa que este asunto me afecta ahora, pero puedo aceptar las consecuencias ya que el impacto no es significativo, o porque yo no quiero detener el proceso y veo que se justifica. Idealmente, hay consenso o aceptación unánime y adherencia a una decisión o a una perspectiva sobre la decisión. La aceptación unánime representa el ideal de la democracia consensual. En la práctica, sin embargo, a menudo hay compromisos por los cuales todos los lados son capaces de aceptar menos ventaja. El consenso es, sin embargo, la meta perseguida por una democracia consensual anarquista. El objetivo es eliminar las decisiones que pasan por encima de la mayoría.
Se empieza organizando la vida política, a nivel municipal, alrededor de instituciones de DD: asambleas de ciudadanos, asambleas populares, por barrios, o reuniones por pueblos pequeños,...
A través de este tipo de entidades, la gente podría gestionar sus propios problemas dentro de la comunidad llegando a decisiones políticas mediante procesos de DD en vez de delegar en elites políticas.
Para abordar problemas que transcienden las fronteras del municipio, los municipios democratizados de una región determinada formarían una confederación, enviando delegados a un consejo confederado. Esta confederación no sería un estado, ya que estaría controlada totalmente por las asambleas de ciudadanos. Los delegados enviados tendrían solamente poder para tratar decisiones tomadas por su asamblea, estando supeditados a ella. Los comités intermediarios entre ciudades o entre barrios de una misma ciudad grande no tendrían ninguna capacidad de toma de decisión; son comités de discusión o círculos en los cuales todas las personas afectadas pueden juntarse y participar en la discusión. El objetivo final es llegar a recomendaciones que puedan ser aceptadas por todos los implicados y regresar con estas recomendaciones a los grupos de base. Esto permitiría la cooperación inter-regional.
Evidentemente, este proceso de DD exige un alto grado de motivación y concienciación por parte de todas las personas que intervienen. Una re-evaluación de nosotros mismos como individuos, no como marionetas del sistema, con el objetivo final de hacer del estado algo superfluo, de eliminar las elites políticas y económicas actuales.
¿Utopía? Quizá, pero la historia demuestra, una y otra vez, que es posible cambiar su curso. Y en estos momentos actuales, en los que no sólo falta democracia, sino que el poder muestra su auténtica cara de destructor del planeta Tierra, más que nunca es necesaria la intervención directa del pueblo.

4 comentaris:

Poeta per un dia ha dit...

Ja veu amic Antz,... vosté envia un mail de reflexió anti-vot i hi ha partits de Solsona que l'aprofiten per a fer campanya... jeje.

Josep Maria Augé ha dit...

Ja ho he vist ja que se m'ha colat un polític pesat solsoní al correu...però no pateixi, ara mateix tindrà una rèplica contundent...(ah cullons...potser ha estat un moviment del ant-sermonaire per donar entrada i peu al partit polític corresponent)

Quoèlet ha dit...

Doncs què vol que li digui, tot i estar d'acord amb la majoria del manifest ja sap que jo aniré a votar perquè almenys em queda el dret de saber qui em sodomitzarà amb més carinyo, i això no m'ho treu ningú (perdó per la grolleria).
Sincerament, jo crec que es vota poc. Que hauríem de votar molt més, i que experiències de democràcia directa com a Porto Alegre en que els habitants de cada barri participen en l'elaboració dels seus pressupostos i com es porta a terme la despesa són camins viables, que aquí cap partit polític té la valentia d'endisar-se. Fins i tot als USA, el nivell de participació i la famosa "qualitat" democràtica és molt més gran que aquí. Allà es votà tot, des dels fiscals fins a l'ús de molt espais públics i edificis, almenys a l'estat de Nova York que és el coneixo. Això sí, no et posis malalt...

Josep Maria Augé ha dit...

Tens raó, Q, que en molts estats del món el nivell de decisió de qüestions que afecten a la comunitat és molt més elevat que al nostre Estat. Com molt bé dius, als USA quan hi ha el·leccions, cada Estat planteja els seus referèndums particulars per si s'ha de donar una subvenció a aquesta empresa pq no marxi o si els bars musicals han de tancar a les 12:00 o a la 13:00.

Però en fi, veient el nivell de merda que arrossega al carro cada partit i el fet de que surti l'opció que surti, la teva vida canviarà pokísim pq el qui realment té la control·la no s'elegeix, nosé fins a quin punt té sentit anar a votar, suposo que per aguantar la pantomima i poder entornar que nosaltres som democràtics i els cubans tenen una dictadura...